El Ciego

El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

21 noviembre 2010

prueba

probando

25 julio 2008

Despedida, cierre y dedicatoria

  • Este blog, fruto de una fantasia de verano, termina.

  • Como todo en la vida, cuando algo termina, siempre hay una oportunidad de hacer algo nuevo, diferente, algo que nos permitirá avanzar, si es bueno nos enseña a continuar por este camino, si es malo nos enseña, que por ahí no vamos bien.

  • Se lo he dedicado a Susana, una chica de Madrid, muy maja, y una mujer muy afortunada, porque tiene un marido, Angel, que es una gran persona, y un inspiradísimo mago.

  • Deseo que os haya gustado.

  • Muchas gracias a todos, especialmente a estas personas que no conozco, y sin embargo me han dedicado un tiempo de su vida.

  • Muchas gracias, de todo corazón.

  • Jordi.

Pd. he abierto un nuevo blog, dedicado al problema de la adicción en general, y a la obesidad en particular. Estáis invitados.

http://nosotroslosgorditos.blogspot.com/

http://historiasdemuchopeso.blogspot.com/

06 julio 2008

Mohamed-Simon y yo NOS ENTENDEMOS !!


A 24 horas de las partida a nuestro país, se hacían las cosas un poco rutinarias, lo grande ya estaba hecho, los papeles de Mohamed-Simón (al cual mi esposa ya empezaba a llamarle "hijo") estaban hechos, tramitados y aceptados. Habíamos pagado a todo el mundo para cerrarle la boca, y cuando digo que habiamos pagado a todo el mundo incluyo (incluso) al hijo del conserje del consulado español, al que le dimos un billete de 5 euros para que nos ayudara a convencer a su padre para que, en domingo, llamara al cónsul.
Así que conseguido todo, se empezó a hacer monótono, de vez en cuando alguien recordaba que le faltaba un regalito para un conocido y salía unas horas para comprarlo. Entrábamos en esa fase de aburrimiento donde el turista no sabe que hacer, unas horas que no da tiempo para mucho, pero que si es suficiente como para no hacer grandes cosas.
Pero se lió todo. Hasta convertirse en una recreación de una película de los Hermanos Marx. Apareció una tal Jaqueline, una mediocre y anciana actriz, hija de un famosísimo actor (americano, por supuesto). A pesar de la edad, era una mujer que se conservaba muy bien. Era una mujer menuda, asi que no tenía que arreglar mucho su piel (poca faena para los cirujanos plásticos) para no parecer su edad. Iba vestida de una manera... digamos inteligente... parecía informal, pero todo lo que llevaba puesto era de marca cara.
Jaqueline averiguó que estábamos en aquel Hotel, y vino a buscar lo que consideraba que era suyo, dijo que Mohamed era su novio. Que ella periódicamente viene a pasar unos días con él, y mantiene a toda la familia (ya estamos con el problema de los árabes de clase baja, que por mucho dinero que tienen, lo ahorran, y no se les nota que van bien, lo contrario de nosotros, que vamos fatal, y parecemos ricos). La veterana actriz continuó con su insistente demanda, se quedó mirando fíjamente a mi esposa y le dijo:
"Mohamed antes de tu hijo es mi novio"
Mi mujer no sabía que decir, adoptar un "niño" que ya tiene novia, realmente es algo inusual. Y no cualquier novia, una actriz americana con residencia en Hollywood, concretamente en Selma Avenue, que no es Sunset Bulevard, pero esta muy cerca.
Y aqui nos tienen, todos en una improvisada reunión, en el comedor del hotel. Estábamos todos porque todos estábamos implicados en aquella historia. Mi mujer y yo, a estas alturas, estábamos bastante enfriados del tema de la adopción del Mohamed ese.
Y entonces, pasó lo que tenía que pasar, para que lo que he dicho antes de "camarote de los Hermanos Marx" tenga sentido. Pepita, la única persona que iba sola en el grupo, se levanto y gritó:
"Mohamed y yo, nos entendemos".
Cuando dijo que se entendían, no se referían al idioma, porque su inglés era fatal, se refería a que cada noche, pasaba Mohamed unas horas en la habitación de la Dra. Pepita (médico digestólogo, para mas datos), las horas justas para que nadie se diera cuenta de la jugada. Hay que añadir, que la Dra. Pepita fué la que contribuyó y se implicó más en el arreglo de papeles de Mohamed (llámese sobornos varios). Ahora ya entendimos por qué, porque se "entendían".
Mi mujer me dijo que hasta aquí podíamos llegar, que me había pasado un montón, que por qué me empeño en hacerlo todo tan diferente. Se viaja, se hacen fotos.. se compran regalitos hasta quedarte sin un duro, y ya esta. Pero no, "tu siempre, metiéndote en cosas raras. Ya empiezo a entender porque tu mujer te echó de casa en menos de 5 años."
Pepita defendió lo suyo con orgullo y valentía. En alguna ocasión tuvimos que apartarlas porque estuvieron a punto de llegar a los pelos (en las películas es donde empiezan las peleas entre mujeres).
Ni Pepita, ni Jaqueline estaban dispuesas a quedarse sin Mohamed. Se miraban la una a la otra buscándose el sitio débil, donde atacar, moder, despedazar y liquidar el asunto. Pero ni la una ni la otra encontraban una salida al tema. Se acercaba la hora de comer, mi mujer me mandó a la habitación a buscar la pastilla del colesterol. Salí de allí casi huyendo, que es lo que hago siempre que las cosas me van mal. Dejo que mi esposa solucione el tema. El año pasado, en Egipto, ya hizo lo mismo.
La primera en desmarcarse fué mi esposa. Se desentendió del tema. Lo que le preocupaba era deshacer lo que se había hecho. Más tarde llegó a decirme. "me sentía como adoptar a un gigolo". Así que se quedaron Pepita y Jaqueline discutiendo el tema, sin la menor intención de aflojar cada una lo más mínimo.
Estaba en mi habitación buscando afanosamente mis pastillas para el colesterol (como siempre yo no se encontrar nada sin la ayuda de mi esposa), cuando llamaron a la puerta. Era Mansul, mi guía-guardaespaldas, el cual me estuvo acompañando una semana en mis idas y venidas a la Gran Mezquita.
Quería ofrecerme algo muy bueno, algo único. El patibulo portatil que habían montado en la gran plaza estaba montado para la ejecución pública de dos hermanos gemelos. Toda una experiencia. Me lo vendió muy bien, que si era mucho mejor que la entrevista con "el monstruo" (que lo ví la semana pasada, y cuya experiencia queda escrita más abajo, bajo este título). Valía el doble que el otro, me dijo "ten en cuenta que son dos, o sea que de alguna manera te sale más barato, porque son dos y muy jóvenes". Hasta allí podía llegar la cosa. Me dije que ya basta, y deseé volver a mi ciudad, estar otra vez en la oficina, allí buscando posibles candidatos a la compra de fotocopiadoras.
Mientras tanto las "novias" de Mohamed no se ponían de acuerdo. Ninguna quería prescindir de su compañía. Así que finalmente en una decisión muy salomónica (de alguna manera, Jaqueline se salió con la suya), decidieron que Mohamed se quedaba con su familia. Y aquí no ha pasado nada. Y si alguien quiere que pase que se tome unos días en aquella hermosa y milenaria ciudad. Al final quedaron casi como amigas, hasta rieron y Pepita le dijo "oye, que cuando vengas avisa, que Mohamed no tenga overbooking". Jaqueline le dijo "aunque estemos las dos, Mohamed nunca tendrá overbooking, es muy sabio".
Jolín con la palabra "sabio", si que sirve para designar diferentes cosas.




22 junio 2008

Todo parecido con la realidad es pura coincidencia










Lo que consideré un gran hallazgo, es decir, una mezquita donde los ciegos van a pasar la mañana, no fué tal. Mansur me engañó. La Gran Mezquita no es el único lugar del mundo donde las personas ciegas van a pasar el día. El guía turísico (muy hábil él) me lo vendió como algo excepcional, como algo único, y finalmente resultó que las mezquitas lo son todo, lugar de oración, escuela... y también lugar de acogida de los pobres. En los paises árabes allí es donde van a parar todas las personas que no ven, que no andan, que no pueden trabajar.



En esta mezquita también hay personas ciegas. Se trata de una pequeña y muy humilde mezquita, situada en un barrio periférico.

El imán, (el equivalente a cura nuestro), que estaba con ellos me hizo pasar y sentarme.

Recibí una carga de energía difícil de explicar. Me sentí bien, sentí el bienestar y la paz espiritual de aquellas personas.

El iman de la mezquita acudía después de cada rezo a saludarles y a rezar con ellos. El imán era una persona muy amable, un hombre encantador, nos entendíamos bien, sobre todo porque no había mucho que hablar y mucho que recibir. Me pidió si tenía algún deseo especial, y yo pensé (como todos los padres) en mis hijos y le pedí que rezaran por ellos.

No me pude resistir, y pido perdón si lo que hice no esta bien, pero conecté mi cámara y aquí tienen el testimonio de 25 ciegos que rezando.

Para mi es un rezo cargado de energía, son 25 personas que no tienen nada, pero son felices, están bien, en sus caras veía bienestar, aceptaban su vida tal como se les había planteado, y estaban bien, sonreían. Ser feliz es esto, estar bien, conformarse con lo que se tiene, entender que con esto ya es suficiente.




Tengo que decir que los envidié. Yo para intentar ser feliz me he tenido que pegar 20 horas de viaje en avión, pedir visados de todos los colores... incluso me han hecho firmar un papel en el que juro que no soy espia de Israel !!! ... Y estoy allí... moviendo papeles y más papeles para llevarme a un árabe a mi país (como hay pocos árabes), encima para incorporarlo al mundo laboral (como faltan trabajadores !!!!).

También entendí cómo los católicos de mi país han perdido el tren... porque está la religión en crísis. Se han alejado de los pobres, y, en general, del pueblo. No he visto ningún líder religioso árabe (por importante que sea) vestido de una manera análoga a como lo hace un obispo (por poner un ejemplo), que parece la reencarnación de la palabra "todo parecido con la realidad es pura coincidencia".

Vuelvo a disculparme si he ofendido a alguien. Pero es indudable que la Iglesia necesita de una buena campaña de marketing, porque se ha quedado sin clientela... y la clientela se ha quedado sin una parte de su corazón, que le hace hacer cosas y cosas buscando un acercamiento a sí mismos, a su propia alma. Un lamentable desencuentro.

Si no recuerdo mal, en las clases de religión me explicaban que Jesús dejó su carpintería para acercarse a los pobres, a los humildes, a la gente sencilla, y también a la gente enferma. De hecho todas las religiones empiezan por abajo, por los más pobres, y van subiendo. Al final piden a los ricos para dárselo a los pobres. Es un estrategia de penetración en el mercado que ha funcionado muy bien, pero, ya digo, el tema ha cambiado mucho.

Hoy día, en el llamado mundo civilizado, o "primer mundo", del tema de los desvalidos se ocupa el Estado, lo que hacían los curas, hoy lo hacen un ejército de asistentes sociales, educadores sociales.... Vaya que los políticos (que son los que montan los estados) les han robado la cartera a los obispos, y estos ni se han enterado.


16 junio 2008

Sal mágica



Buenas noches Sras. y Sres. bienvenidos a mi espectaculo, voy a realizar unos experimentos mágicos, que no se podrían realizar sin la ayuda de este salero que contiene auténtica sal mágica.


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15 junio 2008

La Sal Mágica




El primer consejo que le daría a un hijo, sea adoptivo o propio, o a una persona que conoces por la vida y por razones de edad te sientes con el deber de hablarle con cierto tono paternal, es que nunca llegues a la convicción de que lo que hay es lo que hay y punto, que no hay posibilidad de cambio.

El segundo consejo que daría es que hay que buscar mecanismos propios para resistirnos a la tentación del “pobrecito que desgraciado que soy”. Quiero decir, que tenemos que tener una buena capacidad para saber cómo encajar las cosas que nos vienen, o lo que es lo mismo, que a veces hay que saber renunciar, otras veces saber aceptar, y otras luchar con toda tu alma. Saber distinguir cuando vale la pena renunciar, cuando aceptar y cuando luchar, sería el tercer consejo que daría, pero para este todavía no tengo una respuesta muy clara, se que va por el camino de la intuición, de la experiencia, del conocimiento… y como no… de la suerte.

Los antiguos magos (hablo de magos de los años 50) solían utilizar sal mágica, decían que ningún acto mágico se podía realizar sino era con mediación de un poquito de sal mágica. Así que antes de sacar el conejo de la chistera previamente había echado mano de un salero y había vertido un poquito de sal. Como digo, insistía que si no fuera por la sal mágica, ninguno de sus experimentos funciona.

La vida es así, un montón de años estudiando, o mejorándote, o esforzándote, y si no hay sal mágica, te quedas allí, en el mismo sitio.

Para mí, lo más importante de esta vida es saber recuperarte de las sacudidas que inevitablemente me va a dar la vida. No puedo pretender una vida plana, algo así como “el sueño americano”: marido que llega a las 5 de la tarde de la oficina, (fumador de pipa), que tiene una casa y una esposa y unos hijos (por este orden) superbien (como se dice ahora), y que todo esta asegurado, la esposa vivirá 100 años, los hijos, todos en los mejores empleos de la nación, y la casa, bien repintada cada 5 años.

O sea, que hay que conseguir una verdadera capacidad de encaje, que lo que venga no te hunda.

A los fumadores y a los gorditos, nos va fenomenal no tener esta capacidad de encaje, porque nos permite fumar y fumar, o nos permite comer y comer. Es decir, nuestra vulnerabilidad nos hace engancharnos a algo, hace que cojamos lo que no debemos, que nos autoengañemos. “Me ha pasado esto… pues venga, a devorar la caja de bombones”, “Me ha pasado esto… pues hala a pedir tabaco (paso previo a tener que comprar tabaco).

Mohamed-Simón, el joven ciego que mi esposa y yo hemos adoptado, y cuyo viaje ha financiado un grupo de turistas, pronto va a conocer un mundo nuevo, va a tener un nuevo comienzo.

Querido Mohamed-Simón:
Dentro de 4 días estarás en otro mundo, no te verán como una persona, te verán como un suvenir traído de un país remoto. Te preguntarán cosas, por puro morbo. Lo primero que tendrás que aprender es desaprender tu mundo conocido, ser ciego pronto no te va a servir de nada, porque volverás a ver, ser un buen cantante, de no mucho.
Lo que antes te daba seguridad, ahora será algo que necesariamente debes olvidar, porque sólo te servirá para que la gente continúe creyendo que eres un suvenir.
Te costará años entender, y sobre todo, perdonar, cómo tus padres por la mañana te metían en el vestíbulo de la mezquita y por noche te metían en la cama de una turista.

“Dentro de 4 días empieza la emocionante aventura de hallar un nuevo lugar en tu nueva vida, digo “emocionante” porque si caes en el “pobrecito de mi, que va a ser de mí”, entonces te vas a estropear.

Un cambio como el vuestro va asociado a una nada, por unas semanas, quizás unos meses, estaréis deambulando, buscando a algo a que aferrarse. Aquí es el momento de descubrir cualidades de vosotros que ni siquiera conocíais.

El fin de algo, es el comienzo de otro algo. Así es la vida, un laberinto, un poco de sal mágica, y tener firmeza de seguir, pase lo que pase.

El destino natural de un albañil joven, es ser albañil maduro, albañil viejo y, finalmente, ser albañil jubilado. Pero a veces, contra todo pronóstico, el albañil se vuelca en el estudio y acaba siendo un brillante licenciado, experto en intentar explicar cómo se puede cambiar, ayudando a sus pacientes a eso tan difícil y tan atractivo a la vez como que es que el paciente descrubra por sí mismo su propia capacidad de superar un trauma, y que, además, esta experiencia no sólo sea positiva, sino que sea enriquecedora.

Empezar de nuevo tiene la ventaja que puedes elegir, elegir te impide seguir eligiendo, o sea, que el primer problema de la elección, es que te deja sin la libertad de elegir otras opciones.

Mi psicoanalista con frecuencia me repite esta misma frase (debe estar muy obsesionado, el probre…):
No he conocido a nadie que después de haber superado un trauma, aún después de que este trauma le haya marcado media vida, diga que no ha valido la pena vivirlo. Al final, resulta que es una persona agradecida por lo que le ha dado la vida

11 junio 2008

Laberinto





















Carta a Mohamed-Simón




Mi historia es una historia fácil... demasiado fácil... hasta resulta aburrida. Me voy a tener que esforzar mucho para hacertela interesante. Te voy a contar cómo llegué a ser un donnadie.

Yo siempre quise ser famoso, ganar un premio con reconocimiento internacional.

Las fantasias no deberían ser realizables, porque cuando las consigues ya no tienen sentido. Desear es soñar cosas que no serán jamás reales, como ser un buen violinista, sin tener idea de como se coge un violín.

Ser famoso o ganar mucho dinero en sí no tiene gracia, la gracia es cerrar los ojos y verte famoso o rico.

Realmente no lo quieres realmente.
Lo que te motiva es la fantasia de quererlo. Sólo somos felices cuando soñamos despiertos acerca de la felicidad futura.

Vivimos en un laberinto.


Contínuamente andamos por sus calles sin sentido, buscando una salida, que solo la mas absoluta casualidad te puede llevar a la salida, al éxito.
Vigilia que tus ilusiones, porque cuando las tienes dejan de ser ilusiones para ser algo, con demasiada frecuencia, decepcionante.
C
onseguir lo que quieres te hace infeliz.
Luchar por lo que te hace soñar despierto te hace sentirte vivo.
No quiero ser recordado por lo que soy, por la manera en que he vivido, me gustaría ser recordado por algunas decisiones que tomé, como adoptar a un joven ciego, de un país remoto, y enemigo del resto del mundo.
E
n estos años que estoy viviendo, donde paso la mayor parte de las horas o durmiendo o vendiendo fotocopiadoras caras, algo íntegro tengo que haber hecho, algo tengo que haber hecho que me haga ser algo más que el bello durmiente de la venta de fotocopiadoras caras.
Porque al final, solo voy a saber qué he hecho en esta vida, viendo la vida de Mohamed-Simón en un sitio que no es el suyo. Cuando Mohamed-Simón explique :

"yo era un vendedor de jabones a granel, iba por las calles voceando mi producto, tuve un accidente con una lata de pintura que me dejó ciego, Blas me salvó, me trajo a este mundo, y ahora mi hijo cada noche me pide que le hable de abuelo Blas, aquel hombre que un día lo recogió en la mezquita, y se lo llevó a Tarragona".











24 mayo 2008

30 Euros



Me encontré con un curandero, que vendía, entre otras cosas, trozos de largartos, que habían sido desecados y tratados con un resultado final como fosilizado, no era un medicamento, era un objeto que puesto en casa aullenta las enfermedades y trae buenos augurios. Se acercó una viejecita, le dio una moneda equivalente a 0.0001 euros, y con unas tenazas corto un trocito de aquello, lo envolvió en un papel y se la puso en las manos deseándole que le diera la suerte que necesitaba y por la cual había pagado.

Conmigo la cosa fue diferente, tenía escondido un collar, que decía que era "antiguo", entre los comerciantes árabes es importante el concepto de "antiguo" y el concepto de "viejo", si te dice que es "viejo" vale mucho dinero, pero si te dicen que es "antiguo", entonces el objeto en sí se dispara, llegando a precios astronómicos.


Con lo que pedía por el collar, el farmaceutico del desierto podía alimentar a toda su familia 3 meses.


Por fin, encontré el punto de desencuentro, el punto de odio entre ellos y nosotros.

Con lo que damos de propina al señor que nos lleva las maletas de la entrada del hotel a la habitación, este señor puede sostener a una familia, incluyendo hijos que van a la universidad. Esto es una fuente de odio, la diferencia es tan abismal, tan horriblemente exagerada, que no me extraña que ocurra lo que ocurre. Se entiende todo...


Se entiende como un padre puede vender a su hijo, o como consienten que el niño esté una semana con un señor, educado... buena persona... pero sobre todo generoso y un gran degenerado.

También se entiende que Mohamed-Simón estuviera por las mañanas en la gran mezquita y por las noches en los grandes hoteles. Que se mezclara el rezo con el sexo. Cuando la diferencia es tan abismal... todo vale. Es cuestión de buscar explicaciones, de colar lo incolable. "Dios todopoderoso, que todo lo entiende y todo lo perdona"

Cuando un campesino se pasa toda la mañana para vender sus zanahorias y sus patatas por 1 dirhams.

Y resulta que por el collar de la abuela le pagan 100.000 dirhams... entonces pasa lo que pasa. Los seres humanos nos perdemos delante de tanta sinrazón.


19 mayo 2008

Su casa






El primer anuncio del espectáculo nos vino en forma de bicicleta con chimenea. Se trataba de un vendedor de cacahuetes, que los vendía recién tostados, por llevar adosado a su bicicleta un mini horno, que era visible gracias a una larga chimenea. Nos pareció que ya estaba preparándose para encontrar un buen lugar de venta.
Aquella plaza, ahora transitada incesantemente, pronto iba a ser una plaza llena de gente esperando que se consumara la gran venganza.
De pronto aparecieron militares, nos rodearon y nos hicieron poner de rodillas, Mohamed (el ciego en camino de ser adoptado) y yo (vendedor de fotocopiadoras en viaje de vacaciones pseudo-místicas), lo hicimos inmediatamente, pero Mansur (nuestro guía-guardaespaldas, sospechoso de ser militar o para militar), no lo hizo, se limitó a decirles cosas, con gran autoridad. Se confirmó: Mansur tenía que ver con el ejército o la policía.
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"Como persona, soy consciente de que no voy a hacer nada significativo en este mundo, pero como padre, puedo contribuir a que alguno de mis hijos, o quizá Mohamed-Simón lo logre".
Recordé la casa de Mohamed-Simón, una pobre casa construida con barro, con muy pocas habitaciones para albergar a un montón de familiares. Los árabes aceptan a los que no quieren trabajar, están dispuestos a alimentarlos hasta que se den cuenta de que tienen que espabilarse. En aquella casa había un par de ellos, tampoco eran familiares muy próximos, estaban ahí, sin hacer nada especial, simplemente viven y punto.
Me quedé mirando a Mohamed, y le dije: "Yo te daré las herramientas para que tengas no se qué exactamente mejores facilidades. Podrás estudiar, mi casa no tiene nada que ver con la tuya. Pero no te garantizo que serás más feliz, estarás en otro mundo donde la gente va deprisa, sin tiempo para uno mismo. Te tendrás que creer que allá donde vas es un mundo mejor. Yo te quiero ser sincero, no se si es mejor, dicen que es mejor, aquí esta lleno de infecciones, y allí esta lleno de colesterol".
"Se trata de una elección, eliges lo que percibes como bueno, y al final esta elección te deja sin elección".
"Tu éxito depende de como te vendas, de lo que hagas creer a los demás que eres. Montones de personas pueden hacer un mejor trabajo que otras menos preparadas, pero han tenido más suerte y se han sabido vender bien. Mohamed... bienvenido al mundo de la venta, al mundo de la autoventa".
"Sabes hacer muchas cosas, pero deberás elegir solo una. En la vida, te puedes ganar bien la vida haciendo muchas cosas, pero si quieres ser el mejor elige una. Apuesta por una sola, utiliza tu creatividad, tu imaginación, tu sabiduría, tu instinto... pero no te garantizo que serás ni el mejor ni el más feliz del barrio, porque todo se basa en una decisión que siempre, siempre... alguien toma por ti, y deja a otros sin oportunidad, al menos en este momento".
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29 abril 2008

Mundo previo








































Me encontraba en la Plaza Mayor de aquella ciudad, observé como el camión del ejército descargaba y amontonaba tubos de color verde, y como un grupo de soldados observaban el rompecabezas de tubos, y empezaban a montar, lo que en un principio parecía como un enorme columpio, de estos de parque infantil.

Mohamed era uno de los ciegos más jóvenes de la gran mezquita, y yo entendí que era el que se merecía un destino mejor que el de rezador, y, esperar años y años para ser también consejero. Estaba sentado junto a él, él sonriente, yo compungido por lo que había pasado aquella mañana.

Aquella mañana, lo llevé al hotel. Allí mismo, en mi habitación, un oftalmólogo de Tarragona lo exploró, y nos dijo que su problema tenía solución. Los 17 integrantes del grupo de turistas, estaban dispuestos a aportar dinero para que pudiera efectuar el viaje. Mi esposa estaba ilusionada en acoger en nuestra casa a aquella persona, y darle un futuro distinto.

Todo bien, todo eran risas y proyectos… lo de menos: el dinero, porque las estimaciones económicas más altas, para nosotros eran más que asequibles. No se olvide que nos encontramos en un viaje turístico muy caro, y a la vez, en una zona peligrosa, o sea, que los que íbamos en aquel tour, éramos personas con tarjetas de crédito más que machacadas y un cierto melancólico espíritu aventurero, una combinación ideal para encontrar almas dispuestas a aflojar la mosca. El chico ciego era casi como un souvenir más del viaje. Hasta le cambiamos el nombre, entre todos le pusimos el nombre de Simón. Él chico acepto, sin decirnos lo que pensaba, de todo aquello, vaya, que “Simón”, era el que mostraba una alegría más contenida, sobre un tema del que era el, aparentemente, protagonista.

En todos los aeropuertos se observa cómo algún turista se pasa de la raya y se trae algo extraordinario, algo muy voluminoso, con frecuencia una enorme alfombra, o un mueble… o un sombrero mejicano capaz de dar cobijo a una familia al completo. Otros turistas esconden en la bolsa de la ropa sucia, allí entre la ropa interior, una joya, con presunción de ser muy costosa y que si la encuentran tendrían que pagar un costoso impuesto de aduana. Nosotros nos habíamos pasado dos pueblos, nos traíamos a una persona completa, enterita, toda ella… incluso respirando.

Cuando se enteró su familia, se opuso en redondo, por la única y sencilla razón de que si él se marchaba, la familia se quedaba sin fuente de ingresos. La familia en cuestión había vivido en torno a una carpintería, toda la familia trabajaba en noble arte de hacer pequeñas piezas de madera. El padre, tras muchos años de aprendizaje, trabajaba la madera en un rupestre torno, a ras de suelo, que rodaba a base del impulso con una mano, a una especie de arco que se parecía al arco de un violín, de la otra mano se servía para colocar la madera, con las dos manos ocupadas, se ayudaba de los pies para proyectar el trozo de madera que se iba a convertir en una pieza escrupulosamente trabajada.


Después del accidente de Mohamed, la familia se fue acomodando en torno a una insospechada fuente de ingresos: Mohamed cantaba muy bien, y tenía un fino olfato para la percusión. O sea, que durante el día estaba en el vestíbulo de la gran mezquita, y también participaba en fiestas y ceremonias, cantando y acompañándose él mismo, con sus diversos timbales. Sospecho también que alguna de estas fiestas tendría un carácter abiertamente íntimo, y que más de una turista con nómina alta y en horas bajas, había disfrutado de su compañía. O sea, que nuestro ciego no era un ciego virgen al 100%, ya había estado manoseado. Pero bien, desde el punto de vista formal, todo estaba correcto.

Mohamed (Simón) me dijo: “
Yo no quiero vivir como un borrego más, ahora que se que mi enfermedad se cura, no tengo la menor intención de hacer algo que me recupere la vista pero me haga infeliz, prefiero cantar y rezar ciego, que estar sentado todo el día en un torno haciendo palos para cocinar pinchitos morunos”.

“Ser ciego me ha permitido alcanzar un conocimiento superior, gracias al contacto que he tenido participando en fiestas, conociendo a personas, que en otra circunstancia no hubiera conocido. Mis hermanos no hablan idiomas, ni han estado en los lugares más selectos de la ciudad, ni han hablado con personas del “otro lado”, como tu”.

“Ser ciego no es el todo, puedes ver o no ver, si ves, esto te puede hacer hábil para conducir un coche, pero tampoco pasa nada en no poder hacerlo. Es como tener o no tener dinero, tampoco te ha de hacer necesariamente feliz o infeliz. Cuando todos éramos carpinteros, éramos más felices que ahora, que tenemos más dinero, ahora mi familia tiene miedo de tener que volver a ir a comprar cada día lo justo para el día, porque no hay más dinero”.

“El problema del dinero es que una vez que lo conoces, luego te da miedo perderlo, y te hace más cobarde.

“Nadie sabe cuál es el mejor camino. Tienes que salir, ir a buscarlo, probar, enfrentarte a la vida. Yo, cuando no estaba ciego, me estaba totalmente prohibido pensar en otra cosa que no fuera en el trabajo. Ser ciego para muchas personas es de los peores impedimentos para la vida, para mi ser ciego fue mi salvación. A veces, la condición te salva. Y esa misma condición que te salva, no siempre ocurre lo mismo en otras personas, he conocido ciegos que no han sobrevivido su enfermedad, yo, con esta misma enfermedad, me he crecido. Todo es un “depende”.


“La mejor cualidad humana es saber aceptar las cosas tal como vienen y, tal como vienen saber encontrar el lado más positivo, que lo hay, seguro”.

“Una vez que el ciego supera la etapa del “que va a ser de mi”, empieza a aprender, reaprende, y este reaprendizaje le puede permitir crecerse. Es un lujo, que antes no se podía permitir. Con esto no quiero decir que hay que volverse ciego para ver la luz, sino que hay que saber aprovechar las diversas circunstancias de la vida, porque de las peores, las más extremas, pueden salir las mejores oportunidades en una nueva vida”.





24 abril 2008

El vendedor de gallinas




Si alguien de los nuestros dice: "en nuestra sociedad hay mucho humo y mucho consumo. Que nos hemos vuelto muy materialistas y poco solidarios".


Si alguien de los nuestros dice: "basta de humo, cohetes... y otros fuegos artificiales, y vayamos en busca de la verdad"


Seguro que alguno de los nuestros picaría el anzuelo y diría. "Caramba, este señor esta en pleno auge filosófico". Y... si añade: " Lo voy a conseguir, y vosotros, no os va a quedar otro remedio que seguir sin mi"... hasta podríamos encontrar a algún despistado que equivocadamente le obsequiaría con algún pequeño aplauso.
Resulta muy fácil decir: "Lo conseguiré, aunque me cuesten todas las uñas de las manos y de los pies, y me quede sin dientes". Pero en el fondo, cuando llegas te quedas con la duda, de si aquello era lo mejor.
A veces, de buena mañana, delante del espejo del baño, con el jabón de afeitar listo, y con el estómago hecho polvo por el saco de cacahuetes ingerido y la media botella de güisky, te preguntas, si eso vale la pena.
Mientras me encontraba con estos pensamiento, observaba a un vendedor ambulante de gallinas (supongo que eran gallinas, y no gallos), iba de puerta en puerta vendiendo a los animalitos. Aunque no entendía nada, no me era difícil saber lo que estaba diciendo: "que si son de tal pueblo... que comen solo grano... que andan un montón... " Incluso, si les digo que un buen argumento de venta sería que duermen con el dueño, podría sonar a un comentario gracioso, pero en aquel país, nada más alejado de la realidad.








Seguí andando... me encontré con un cocinero, cocinando en plena calle, así de sorpresa, como si lo que menos te esperas es encontrar un huequecito con un pequeño fogón, y cuatro personas comiendo en el huequecito. Se trataba de un cocinero tal cual, es decir, que cocinaba, nada más, tu compras la vianda, y él la inserta en un palo y lo cocina. El palo se aprovecha para el siguiente.





También conocí (el tiempo lo justo para hacerle una foto y pagar por la misma), a una persona que hacía de modelo fotográfico, se habían montado un negocio de fotografía, había puesto un decorado que simulaba un horno, y con una pala panadera hacía ver que cocía pan. Aquella escena me hizo recordar las estatuas humanas que hay en los centros de las ciudades, que por una moneda, se mueven. Aquí era al revés por una moneda se estaba quieto para que puedieras hacer la foto. O sea, que no paraba de moverse, como si tuviera el mal de san vito, para que no hicieras fotos gratis.









Más tarde vi un parking de burros, tan iguales todos, en la cara y en los arneses que llevaban, que me pregunté, si alguien no se puede equivocar de burro y llevarse a casa otro.







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Todos nos preguntamos alguna vez si nuestro camino es el correcto. Esta ilusión por encontar alguna Verdad, ante tanta certeza y tanta incerteza, hace que lleguemos a creer que somos los protagonistas de algo. Y sólo somos lo que podemos ser: "Soy lo que soy, lucho por lo que soy, y quiero ser un poco mejor".
Desde hace 5 días estoy aquí, hablando con personas que son ciegas, intentanto conocer sus verdades, su sabiduría. Me equivoqué, pensé que una persona, por el mero hecho de ser ciega, ya sabe más.
Al final, la vida te desborda, y te das cuenta que lo que realmente vale, es lo que haces por los demás, lo que dejas.
Vale la pena luchar por alguien que no eres estrictamente tu, que no es estrictamente para tí. Porque esta persona será el testimonio de que tu has pasado por este inmeso hotel, llamado Tierra.
Me encontraba inmerso en estos pensamientos, cuando recibí la llamada de mi esposa, que estaba en no se cual milenaria ruina, en pleno desierto. Me dijo que en esta antigua ciudad es la primera constancia de que una reina (mujer tenía que ser) mandó construir una compleja red para canalizar y distribuir el agua, o sea, para tener el control total del agua. Los habitantes pagaban por lo que consumían, y los que iban de paso, pagaban más. Vaya invento! ya tengo de quién acordarme cuando me llega la factura del gas, que es lo que viene después de la factura del agua.



21 abril 2008

Los ángeles también se equivocan...











Entre mis recuerdos, en el viaje que realicé al país-eje-del-mal, el día que pase más miedo, fue el de la visita que realizamos a una mezquita mausoleo en honor a una niña, hija y nieta de profetas, que murió asesinada en manos de los que querían tener la razón por la vía del exterminio. Desde hace siglos, millones de creyentes visitan su mausoleo para llorar incesantemente el no haber estado más atentos y haber evitado tan temprana e inocente muerte.
Me vi entre miles de peregrinos, todos ellos (mujeres a un lado y hombres y otro) o rezando o llorando. Temí que en cualquier momento se pudieran fijar en el único turista que estaba allí. Si un día al año son capaces de pasarse todo el día haciéndose brotar sangre, hasta conseguir cubrir todo su cuerpo con sangre, qué no iban a hacer conmigo, un europeo, barrigudo y con una cabeza cubierta por una peluca de lana, cosida concienzudamente.

Mansur, mi guía y guardaespaldas, me dijo que no tenía que temer nada, que nadie me iba a decir nada, ni nadie me molestaría, que lo único que tenía que hacer era mirar y estar calladito.

Dentro del luminiscente mausoleo, contemplé un cuadro genealógico que me llamó enormemente la atención, descubrí que el Islam también cuenta con Adán y Eva como los primeros Padres, o como origen de la especie humana. También está María, madre de Jesucristo, y muchos más atrás Abrahan, el gran Profeta de las grandes religiones. O sea que todos, todos, nos reconocemos hijos de un mismo Padre, parece ser que el problema es el nombre que le damos a este Padre o Dios. También estamos un poco confundidos con los Profetas, no sabemos bien a quién hacerle más caso, unos hijos de Adán y Eva se han fijado sobre todo en uno, y otros hijos, sobre todo en otro. Eres Profeta porque te lo piden desde arriba, pero todo aspirante a Profeta debe saber que le puede ir bien, pero también muy... muy mal.

Me cuentan que Mahoma, siendo niño y huerfano, fue acogido por su tío, el cual tenía un hijo llamado Alí. Los seguidores de Alí, dicen que una noche, Dios mandó un ángel a la tienda donde dormían Alí y su primo Mahoma, el ángel tenía la misión de despertar a Alí y decirle que sería su gran Profeta, pero se equivocó, y en lugar de despertar a Alí, despertó a Mahoma. La que lió el angelito, porque desde aquella noche, millones de personas se han ido matando alternativamente, defendiendo cada uno su propia verdad.
Que seamos todos familia, explica también por qué no nos entendemos. Yo mismo, no me entiendo en absoluto con mi primo, el del bigotito engominado y habla superlativa (quiere parecerse a Dalí), y mi ex esposa nunca me ha perdonado... me complicó la vida hasta que consiguió dejarme sin una peseta, su sinperdón llego a tal extremo que estuvo defendiendo la propiedad de un jarrón comprado en el todo a cien del barrio, tan hortera, que nunca supimos si dejarlo como objeto de decoración o esconderlo cada vez que venía una visita. Así es la vida. Familia igual a líos familiares.
Total que mi viaje espiritual se me estaba complicando, a medida que iba viendo, me veía ni mucho mejor ni mucho peor.
Mansur me miró fijamente, buscando un cierto aire ceremonioso en lo que quería decir: "... nada se enseña, sólo te podemos guiar por el camino que conduce a la verdad, y la verdad está en ti mismo"
Me quedé mirando a Mansur y le dije...
"Um... me temo que los dos vamos al mismo psicoanalista".






16 abril 2008

500 martillazos















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Permanecí embobado (mi esposa dice que esta es una de mis más obstinadas habilidades), horas y horas viendo como se fabrican picos. Con extraordinarios certeros golpes de martillo dos herreros iban moldeando un trozo de hierro en el utensilio más preciado en la construcción: el pico, hermano inseparable de la pala. Para que mi ciego no se aburriera, le estuve explicando lo que veía:
"Dos hombres trabajan fuera, en la calle, en el suelo. Un ayudante les trae la pieza al rojo vivo, tal como les llega empiezan los martillazos, no hay mucho tiempo, en un minuto (lo estuve comprobando yo mismo), hay que volver la pieza a la fragua para volverla a calentar y hacerla nuevamente maleable. La peor parte se la lleva un niño de apenas 10 años, cuya única labor es estar dentro, de espaldas a todo, montado en una bicicleta, que no anda, insufla aire que va directamente al núcleo de fuego, que ha de servir para calentar el hierro. A mi este niño me dio mucha pena, el otro chaval, más mayor, pues iba de la fragua al puesto de martilleo, iba casi como de paseo, los que martilleaban estaban a plena luz del día, y entre ida y venida de la pieza, podían distraerse hablando o mirando a la gente pasar, pero el niño estaba de espaldas al mundo, frente a una pared imposible de estar más sucia, y pedaleando a ninguna parte.
Recordé mis brevísimas etapas de apuntarme a un gimnasio, ponerme delante de una tele y pedalear también a ninguna parte. Que ironía !!! Solo nos parecíamos en una cosa, que yo no cobraba nada por el pedaleo, y él cobraba casi nada por el pedaleo, entiéndase casi nada como la cantidad más próxima a la nada. El niño más delgado ya no podía estar... y yo... a veces pensaba que si no tuvieran clavada aquella bicicleta en el suelo, ésta, ante mi peso, huiría presa de terror".
El ciego me preguntó cuál era mi trabajo:
Mi trabajo consiste en buscar explicaciones sensatas de por qué las fotocopiadoras que yo vendo, valen el doble que cualquier otra del mercado. Como se puede fácilmene comprobar, todas las fotocopiadoras sospechosamente se parecen, como si todas hubieran salido de una misma cadena de montaje (de hecho yo creo que existe una única fábrica en el mundo, dos a lo sumo). A continuación hago una pequeña lista de argumentos que hacen nuestra fotocopiadoras distintas a las otras, todos ellos argumentos más que suficientes para pagar el doble:

    • Trabajan con alegría (no es muy buen argumento, pero lo uso)
    • Protegen el medio ambiente.
    • Los colores son más brillantes, más nítidos, y más realistas.
    • Los técnicos del servicio técnico son ingenieros.
El problema es que hay meses que no vendo las 6 necesarias, para que mi sueldo no sea ridículo, y encima tengo que soportar a mi jefe que me dice que "hay que luchar contra el mundo para cambiarlo, y, no lo dudes, puedes cambiarlo si lo crees, este mes no te lo has creído y mira como te ha ido.."
Los mejores meses de los últimos años, fueron aquellos que recién salido mi jefe de un curso de liderazgo, cuando no se vendía lo mínimo exigible, me decía: "Tu trabajo es muy bueno, muy bueno, pero hay que limar ciertos aspectos de tu trato con los clientes, porque no estamos llegando a él adecuadamente". A continuación me preguntaba por mi familia y por el perro que adoptamos perdido en el bosque. O sea, era un refuerzo positivo, decía lo contrario de lo que pensaba, parece ser que el buen líder dice lo contrario de lo que piensa, lo cual, si es cierto, es para pensárselo, sobre todo en política. El tema del refuerzo positivo duró 6 meses que fueron flojitos, a continuación volvió a lo de antes, a dar martillazos, a diestro y siniestro, que él no sabía si era mejor, pero se quedaba más descargado de adrenalina.
Absorto en mis pensamientos me olvidé de mi interlocutor, el cual, me dijo que cada día, empezara el día con esta oración.
Tu eres el padre invisible, el que nos escucha y nos ve, el que sabe lo que pensamos y lo que queremos hacer... Bendícenos cada día, porque necesitamos tu guía para hacernos más seguros y confiados.
Y... (pensé) y buenos vendedores ...





13 abril 2008

La fiesta











Vive la vida por lo que es, tal como es
Vívela frente, y delante de ella
Y mientras la vivas, ámala por su sinsentido
Recordando los momentos que has sido feliz
Y los momentos que has luchado para que lo sean y no han sido.

Blasblas



La persona a la que llamaban "el monstruo" quedó sorprendida al saber que había vuelto, al día siguiente. Me dijo que no tenía más que decirme, tenía hecho un guión de la entrevista, y ya esta, todos los visitantes se sentían satisfechos.

Le traje pan, un pan sin levadura que en aquel pais se fabrica sin cesar. La gente come con las manos, ayudándose de aquellas láminas de pan. También le compré uva.

Suspiró con resignación, y empezó a hablar:

"Me dieron la vida por haberlo superado… y no haberme vuelto loco. ¿Acaso cree que se puede ejecutar de esta manera, ¿Qué aspecto daría mi país?, ejecuntándo un pedazo de carne.

He perdido la noción del tiempo… recuerdo el juicio…

Los de la fiesta…. eran personas que ni nos respetaban ni nos admiraban, una selecta fiesta dedicada a la ignorancia. Era el encuentro con la ignorancia, como para tapar el desconocimiento que Uds. tienen de nosotros.

No tenía nada que hacer, sólo ir y decirle al portero-policía: Debo ver a mi hijo Abu, jefe de camareros, soy su padre, y le quiero decir que su hijo ya ha nacido.


Me creyeron porque era verdad. Eran seres indignos, un grupo de personas que nos iban a decir que nos soportaban y nos admiraban, encabezados por un escritor al que habíamos perdonado solo para que estuviera confiado.

Mi hijo no podía sobrevivir. Yo quería ser útil, quería aportar algo a esta inmensa nada. Todo ocurre en un momento. Al final, todas las sangres se mezclan, todo se mezcló, pero fracasé".

"Fracasé".

"Le dije a mi hijo que no fuera a la fiesta.

Abul, no vayas”

Me dijo que si él no iba, yo no entraba. Nos habían prometido 3 generaciones de bienestar para nuestra familia. Y 124 vírgenes en el paraíso. Yo con las 3 generaciones de bienestar para mi familia ya me conformaba".
Le pregunté "¿Qué hay después de la vida”
"Volvemos al paraíso"
¿Qué paraíso?
No lo sé.

08 abril 2008

El monstruo






Antes de llegar al hotel, compré ropa, había decidido ir vestido de una forma más normal, y no llevar todo el día el uniforme de turista. Le regalé a un niño mi gorra de contraalmirante de la marina de los Estados Unidos. Entré en el hotel y me dirigí directamente a la habitación, me dije "por una noche no me voy a emborrachar en el buffet libre y luego compensarlo con la colección de pastillas que tengo en la maleta".


Me senté en la cama y cogí el primer papel que estaba a mi alcance. Era un informe dietético en el que dice que no puedo mezclar los mejillones con la mantequilla (????). Recordé la pretendida tienda (negocio) de adelgazamiento en la que me pesaban de espaldas, para que no viera mi peso. Según me decían, cada semana perdía kilos, pero cada semana tenía más problemas para abrocharme la americana, me decían que perdía kilos y kilos de grasa, pero que mi cuerpo se protegía poniendo litros y litros de agua (como si fuera un embalse, almacenando para los ciclos de poca lluvia).

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El pasillo de la cárcel era oscuro, lo vi lejos, sentado (atado) en una silla, no tenía piernas, a un brazo le faltaba una mano, al otro brazo, medio brazo. No estaba atado por miedo a su huida, estaba atado para que no cayera de la silla.... era el monstruo..


"... Pasé la tarde viendo como preparaban la fiesta, me siento indigno porque sobreviví... sobrevivir hace que te sientas indigno... la fiesta era en honor a un novelista que yo había leído en mi tiempo de universidad en Europa, se decía que era una persona difícil, inclasificable... nos criticaba y nos ponía en duda. Aquí no se permite ni la crítica ni la duda.


Hice lo peor que se puede hacer... tengo hijos... Ud. tiene hijos (le dije que si, y recordé que fue tras una larga fecundación in vitro, tanto deseaba mi esposa tener hijos).


El plan era que me iban a permitir la entrada a la fiesta porque mi hijo era uno de los camareros, Eso hice, me levanté una mañana, hice mis oraciones, tomé el desayuno, cargué el explosivo.... fui a la parada del autobús... Sobreviví, es muy duro sobrevivir a tu hijo.




Entrar allí dentro y reventarlo todo era la vida. Y yo elegí la vida.





Podría decir que me arrepiento. No puedo, no me dejan. Pero si me arrepintiera, ¿Qué sentido tendría? ¿Como te puedes arrepentir de algo que solamente tiene una salida? Esto es todo. Después de 10 años ya nadie se acuerda de mí. Me usan de muñeco de feria, por 50 dólares, cualquier periodista tiene su reportaje, y como ya han pasado casi todos los periodistas, ahora ya vamos por los turistas con dudas existenciales, como Ud.".