El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

28 octubre 2007

Saber vivir en provisional


"Cuando crees que ya ha pasado todo, cuando ves a tus hijos crecidos, capaces de ser por sí mismos. Cuando puedes respirar con orgullo porque lo que ven tus ojos es tuyo, creado y criado con tus propias manos... entonces... todo se hunde, todo se complica hasta la locura. Y te das cuenta que lo que realmente decidía tu destino, era una pluma de poyuelo que estaba levemente reposandoa tu favor, solo tenía que llegar una suave brisa para llevarselo todo.
.... y cuando ocurre... lo de menos es quedarte sin visión, llegas a desear que solo sea el quedarte ciego... porque todo se va... como unos niños que han construído un juguete...y cuando les llama su madre para ir a dormir, simplemente lo tiran porque no vale nada... asi es la vida, todo porque luchar, nada esta ganado... todo esta ganado... así se debe aceptar y en esta fragilidad se debe vivir.
La persona que lo viva así, será una persona sana, la que no... enfermerá...
Acepta las cosas tal como llegan, lucha con toda tu alma por aquello que sabes hacer bien. (Aprende a conocerte y saber en qué eres bueno).
... pero cuando salgas de casa, cuando vayas a tu trabajo, haz un atillo con algunas ropas, porque quizá aquella noche será la última, o, con toda seguridad la primera de las mejores noches de tu vida...
De esto no tengas ninguna duda..."

Me quedo...., ¿por qué no?


Dormí tranquilo. Me desperté intranquilo. La imagen de la fila de los ciegos de la entrada a la Gran Mezquita me había atrapado. Quería conocerlos, hablarles, que me enseñaran, que me guiaran. Que me explicaran algo útil que yo pudiera explicar a mi regreso.
Mi esposa hasta lloró, no quería dejarme que andara solo en un país donde nunca ocurre nada, pero que esta en guerra con todo el mundo (menos con 2), que en la Plaza Mayor se exhiben y ejecutan a los condenados a muerte. Que gasta casi toda su riqueza nacional en la compra de armas. Y que el mes pasado desapareció una turista.
Cuando la tuve convencida, cuando Mansur (Mansur guía turístico) nos presentó a su primo (Mansur, primo), que se ocuparía de mi segurida y eventualmente de traductor en mis conversaciones con los ciegos de la Gran Mezquita, cuando estaba todo arreglado, me entró el miedo, ese miedo de la persona cincuentona, acomodada, que puede pagarse unas vacaciones a pesar de tener muchos hijos en la Universidad. Me dije:
"Siempre tienes que dar la nota, no soportas ir de normal, el señor siempre tiene que hacer sus cosillas... "
Ya estaba hecho y ahora no podía echarme para atrás, aunque tuviera las mayores ganas del mundo.
Mansur (primo) se comprometió a no dejarme ni un solo instante, y así lo hizo, para mi desgracia, porque su compañía no era nada agradable, el olorcillo a exmilitar que desprendía su tío, se convertía en un descarado tufo fanático del primo mayor. Me miraba como si la seguridad nacional del país estuviera en sus manos. Me dí cuenta que a la mínima, se da el chivatazo, le dan una medallita y yo acabo en una comisaría. Y lo peor de todo: mi esposa regañandome.