El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

21 abril 2008

Los ángeles también se equivocan...











Entre mis recuerdos, en el viaje que realicé al país-eje-del-mal, el día que pase más miedo, fue el de la visita que realizamos a una mezquita mausoleo en honor a una niña, hija y nieta de profetas, que murió asesinada en manos de los que querían tener la razón por la vía del exterminio. Desde hace siglos, millones de creyentes visitan su mausoleo para llorar incesantemente el no haber estado más atentos y haber evitado tan temprana e inocente muerte.
Me vi entre miles de peregrinos, todos ellos (mujeres a un lado y hombres y otro) o rezando o llorando. Temí que en cualquier momento se pudieran fijar en el único turista que estaba allí. Si un día al año son capaces de pasarse todo el día haciéndose brotar sangre, hasta conseguir cubrir todo su cuerpo con sangre, qué no iban a hacer conmigo, un europeo, barrigudo y con una cabeza cubierta por una peluca de lana, cosida concienzudamente.

Mansur, mi guía y guardaespaldas, me dijo que no tenía que temer nada, que nadie me iba a decir nada, ni nadie me molestaría, que lo único que tenía que hacer era mirar y estar calladito.

Dentro del luminiscente mausoleo, contemplé un cuadro genealógico que me llamó enormemente la atención, descubrí que el Islam también cuenta con Adán y Eva como los primeros Padres, o como origen de la especie humana. También está María, madre de Jesucristo, y muchos más atrás Abrahan, el gran Profeta de las grandes religiones. O sea que todos, todos, nos reconocemos hijos de un mismo Padre, parece ser que el problema es el nombre que le damos a este Padre o Dios. También estamos un poco confundidos con los Profetas, no sabemos bien a quién hacerle más caso, unos hijos de Adán y Eva se han fijado sobre todo en uno, y otros hijos, sobre todo en otro. Eres Profeta porque te lo piden desde arriba, pero todo aspirante a Profeta debe saber que le puede ir bien, pero también muy... muy mal.

Me cuentan que Mahoma, siendo niño y huerfano, fue acogido por su tío, el cual tenía un hijo llamado Alí. Los seguidores de Alí, dicen que una noche, Dios mandó un ángel a la tienda donde dormían Alí y su primo Mahoma, el ángel tenía la misión de despertar a Alí y decirle que sería su gran Profeta, pero se equivocó, y en lugar de despertar a Alí, despertó a Mahoma. La que lió el angelito, porque desde aquella noche, millones de personas se han ido matando alternativamente, defendiendo cada uno su propia verdad.
Que seamos todos familia, explica también por qué no nos entendemos. Yo mismo, no me entiendo en absoluto con mi primo, el del bigotito engominado y habla superlativa (quiere parecerse a Dalí), y mi ex esposa nunca me ha perdonado... me complicó la vida hasta que consiguió dejarme sin una peseta, su sinperdón llego a tal extremo que estuvo defendiendo la propiedad de un jarrón comprado en el todo a cien del barrio, tan hortera, que nunca supimos si dejarlo como objeto de decoración o esconderlo cada vez que venía una visita. Así es la vida. Familia igual a líos familiares.
Total que mi viaje espiritual se me estaba complicando, a medida que iba viendo, me veía ni mucho mejor ni mucho peor.
Mansur me miró fijamente, buscando un cierto aire ceremonioso en lo que quería decir: "... nada se enseña, sólo te podemos guiar por el camino que conduce a la verdad, y la verdad está en ti mismo"
Me quedé mirando a Mansur y le dije...
"Um... me temo que los dos vamos al mismo psicoanalista".