El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

22 junio 2008

Todo parecido con la realidad es pura coincidencia










Lo que consideré un gran hallazgo, es decir, una mezquita donde los ciegos van a pasar la mañana, no fué tal. Mansur me engañó. La Gran Mezquita no es el único lugar del mundo donde las personas ciegas van a pasar el día. El guía turísico (muy hábil él) me lo vendió como algo excepcional, como algo único, y finalmente resultó que las mezquitas lo son todo, lugar de oración, escuela... y también lugar de acogida de los pobres. En los paises árabes allí es donde van a parar todas las personas que no ven, que no andan, que no pueden trabajar.



En esta mezquita también hay personas ciegas. Se trata de una pequeña y muy humilde mezquita, situada en un barrio periférico.

El imán, (el equivalente a cura nuestro), que estaba con ellos me hizo pasar y sentarme.

Recibí una carga de energía difícil de explicar. Me sentí bien, sentí el bienestar y la paz espiritual de aquellas personas.

El iman de la mezquita acudía después de cada rezo a saludarles y a rezar con ellos. El imán era una persona muy amable, un hombre encantador, nos entendíamos bien, sobre todo porque no había mucho que hablar y mucho que recibir. Me pidió si tenía algún deseo especial, y yo pensé (como todos los padres) en mis hijos y le pedí que rezaran por ellos.

No me pude resistir, y pido perdón si lo que hice no esta bien, pero conecté mi cámara y aquí tienen el testimonio de 25 ciegos que rezando.

Para mi es un rezo cargado de energía, son 25 personas que no tienen nada, pero son felices, están bien, en sus caras veía bienestar, aceptaban su vida tal como se les había planteado, y estaban bien, sonreían. Ser feliz es esto, estar bien, conformarse con lo que se tiene, entender que con esto ya es suficiente.




Tengo que decir que los envidié. Yo para intentar ser feliz me he tenido que pegar 20 horas de viaje en avión, pedir visados de todos los colores... incluso me han hecho firmar un papel en el que juro que no soy espia de Israel !!! ... Y estoy allí... moviendo papeles y más papeles para llevarme a un árabe a mi país (como hay pocos árabes), encima para incorporarlo al mundo laboral (como faltan trabajadores !!!!).

También entendí cómo los católicos de mi país han perdido el tren... porque está la religión en crísis. Se han alejado de los pobres, y, en general, del pueblo. No he visto ningún líder religioso árabe (por importante que sea) vestido de una manera análoga a como lo hace un obispo (por poner un ejemplo), que parece la reencarnación de la palabra "todo parecido con la realidad es pura coincidencia".

Vuelvo a disculparme si he ofendido a alguien. Pero es indudable que la Iglesia necesita de una buena campaña de marketing, porque se ha quedado sin clientela... y la clientela se ha quedado sin una parte de su corazón, que le hace hacer cosas y cosas buscando un acercamiento a sí mismos, a su propia alma. Un lamentable desencuentro.

Si no recuerdo mal, en las clases de religión me explicaban que Jesús dejó su carpintería para acercarse a los pobres, a los humildes, a la gente sencilla, y también a la gente enferma. De hecho todas las religiones empiezan por abajo, por los más pobres, y van subiendo. Al final piden a los ricos para dárselo a los pobres. Es un estrategia de penetración en el mercado que ha funcionado muy bien, pero, ya digo, el tema ha cambiado mucho.

Hoy día, en el llamado mundo civilizado, o "primer mundo", del tema de los desvalidos se ocupa el Estado, lo que hacían los curas, hoy lo hacen un ejército de asistentes sociales, educadores sociales.... Vaya que los políticos (que son los que montan los estados) les han robado la cartera a los obispos, y estos ni se han enterado.