El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

08 abril 2008

El monstruo






Antes de llegar al hotel, compré ropa, había decidido ir vestido de una forma más normal, y no llevar todo el día el uniforme de turista. Le regalé a un niño mi gorra de contraalmirante de la marina de los Estados Unidos. Entré en el hotel y me dirigí directamente a la habitación, me dije "por una noche no me voy a emborrachar en el buffet libre y luego compensarlo con la colección de pastillas que tengo en la maleta".


Me senté en la cama y cogí el primer papel que estaba a mi alcance. Era un informe dietético en el que dice que no puedo mezclar los mejillones con la mantequilla (????). Recordé la pretendida tienda (negocio) de adelgazamiento en la que me pesaban de espaldas, para que no viera mi peso. Según me decían, cada semana perdía kilos, pero cada semana tenía más problemas para abrocharme la americana, me decían que perdía kilos y kilos de grasa, pero que mi cuerpo se protegía poniendo litros y litros de agua (como si fuera un embalse, almacenando para los ciclos de poca lluvia).

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El pasillo de la cárcel era oscuro, lo vi lejos, sentado (atado) en una silla, no tenía piernas, a un brazo le faltaba una mano, al otro brazo, medio brazo. No estaba atado por miedo a su huida, estaba atado para que no cayera de la silla.... era el monstruo..


"... Pasé la tarde viendo como preparaban la fiesta, me siento indigno porque sobreviví... sobrevivir hace que te sientas indigno... la fiesta era en honor a un novelista que yo había leído en mi tiempo de universidad en Europa, se decía que era una persona difícil, inclasificable... nos criticaba y nos ponía en duda. Aquí no se permite ni la crítica ni la duda.


Hice lo peor que se puede hacer... tengo hijos... Ud. tiene hijos (le dije que si, y recordé que fue tras una larga fecundación in vitro, tanto deseaba mi esposa tener hijos).


El plan era que me iban a permitir la entrada a la fiesta porque mi hijo era uno de los camareros, Eso hice, me levanté una mañana, hice mis oraciones, tomé el desayuno, cargué el explosivo.... fui a la parada del autobús... Sobreviví, es muy duro sobrevivir a tu hijo.




Entrar allí dentro y reventarlo todo era la vida. Y yo elegí la vida.





Podría decir que me arrepiento. No puedo, no me dejan. Pero si me arrepintiera, ¿Qué sentido tendría? ¿Como te puedes arrepentir de algo que solamente tiene una salida? Esto es todo. Después de 10 años ya nadie se acuerda de mí. Me usan de muñeco de feria, por 50 dólares, cualquier periodista tiene su reportaje, y como ya han pasado casi todos los periodistas, ahora ya vamos por los turistas con dudas existenciales, como Ud.".