El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

13 abril 2008

La fiesta











Vive la vida por lo que es, tal como es
Vívela frente, y delante de ella
Y mientras la vivas, ámala por su sinsentido
Recordando los momentos que has sido feliz
Y los momentos que has luchado para que lo sean y no han sido.

Blasblas



La persona a la que llamaban "el monstruo" quedó sorprendida al saber que había vuelto, al día siguiente. Me dijo que no tenía más que decirme, tenía hecho un guión de la entrevista, y ya esta, todos los visitantes se sentían satisfechos.

Le traje pan, un pan sin levadura que en aquel pais se fabrica sin cesar. La gente come con las manos, ayudándose de aquellas láminas de pan. También le compré uva.

Suspiró con resignación, y empezó a hablar:

"Me dieron la vida por haberlo superado… y no haberme vuelto loco. ¿Acaso cree que se puede ejecutar de esta manera, ¿Qué aspecto daría mi país?, ejecuntándo un pedazo de carne.

He perdido la noción del tiempo… recuerdo el juicio…

Los de la fiesta…. eran personas que ni nos respetaban ni nos admiraban, una selecta fiesta dedicada a la ignorancia. Era el encuentro con la ignorancia, como para tapar el desconocimiento que Uds. tienen de nosotros.

No tenía nada que hacer, sólo ir y decirle al portero-policía: Debo ver a mi hijo Abu, jefe de camareros, soy su padre, y le quiero decir que su hijo ya ha nacido.


Me creyeron porque era verdad. Eran seres indignos, un grupo de personas que nos iban a decir que nos soportaban y nos admiraban, encabezados por un escritor al que habíamos perdonado solo para que estuviera confiado.

Mi hijo no podía sobrevivir. Yo quería ser útil, quería aportar algo a esta inmensa nada. Todo ocurre en un momento. Al final, todas las sangres se mezclan, todo se mezcló, pero fracasé".

"Fracasé".

"Le dije a mi hijo que no fuera a la fiesta.

Abul, no vayas”

Me dijo que si él no iba, yo no entraba. Nos habían prometido 3 generaciones de bienestar para nuestra familia. Y 124 vírgenes en el paraíso. Yo con las 3 generaciones de bienestar para mi familia ya me conformaba".
Le pregunté "¿Qué hay después de la vida”
"Volvemos al paraíso"
¿Qué paraíso?
No lo sé.

2 comentarios:

Inés dijo...

Después de leer el ultimo texto de "la Fiesta" ....

.. es cierto que no sabemos de donde venimos ni a donde vamos, lo importante es vivir el momento y no rechazar ó dejar escapar felicidades puntuales que hacen sentirnos vivos.

Adelante con tus escritos.

Inés

Mireia dijo...

Son impresionantes tus relatos, me tienen completamente enganchada...
Es increíble lo que la gente puede hacer por la religión, no?

Quizás sin religiones no habría guerras...qué absurdo.

Algo que debería dar paz...da todo lo contrario.