El un lugar donde prefiero no acordarme, las personas ciegas las llevan al vestíbulo de la Gran Mezquita, para que pasen el día. Allí rezan, y también reciben peticiones de rezos. Algunos de los ciegos los consideran sabios y se les pide consejo. Un turista estuvo una semana recogiendo consejos. Esta es la historia de los ciegos sabios.

24 mayo 2008

30 Euros



Me encontré con un curandero, que vendía, entre otras cosas, trozos de largartos, que habían sido desecados y tratados con un resultado final como fosilizado, no era un medicamento, era un objeto que puesto en casa aullenta las enfermedades y trae buenos augurios. Se acercó una viejecita, le dio una moneda equivalente a 0.0001 euros, y con unas tenazas corto un trocito de aquello, lo envolvió en un papel y se la puso en las manos deseándole que le diera la suerte que necesitaba y por la cual había pagado.

Conmigo la cosa fue diferente, tenía escondido un collar, que decía que era "antiguo", entre los comerciantes árabes es importante el concepto de "antiguo" y el concepto de "viejo", si te dice que es "viejo" vale mucho dinero, pero si te dicen que es "antiguo", entonces el objeto en sí se dispara, llegando a precios astronómicos.


Con lo que pedía por el collar, el farmaceutico del desierto podía alimentar a toda su familia 3 meses.


Por fin, encontré el punto de desencuentro, el punto de odio entre ellos y nosotros.

Con lo que damos de propina al señor que nos lleva las maletas de la entrada del hotel a la habitación, este señor puede sostener a una familia, incluyendo hijos que van a la universidad. Esto es una fuente de odio, la diferencia es tan abismal, tan horriblemente exagerada, que no me extraña que ocurra lo que ocurre. Se entiende todo...


Se entiende como un padre puede vender a su hijo, o como consienten que el niño esté una semana con un señor, educado... buena persona... pero sobre todo generoso y un gran degenerado.

También se entiende que Mohamed-Simón estuviera por las mañanas en la gran mezquita y por las noches en los grandes hoteles. Que se mezclara el rezo con el sexo. Cuando la diferencia es tan abismal... todo vale. Es cuestión de buscar explicaciones, de colar lo incolable. "Dios todopoderoso, que todo lo entiende y todo lo perdona"

Cuando un campesino se pasa toda la mañana para vender sus zanahorias y sus patatas por 1 dirhams.

Y resulta que por el collar de la abuela le pagan 100.000 dirhams... entonces pasa lo que pasa. Los seres humanos nos perdemos delante de tanta sinrazón.


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