"Como persona, soy consciente de que no voy a hacer nada significativo en este mundo, pero como padre, puedo contribuir a que alguno de mis hijos, o quizá Mohamed-Simón lo logre".
Recordé la casa de Mohamed-Simón, una pobre casa construida con barro, con muy pocas habitaciones para albergar a un montón de familiares. Los árabes aceptan a los que no quieren trabajar, están dispuestos a alimentarlos hasta que se den cuenta de que tienen que espabilarse. En aquella casa había un par de ellos, tampoco eran familiares muy próximos, estaban ahí, sin hacer nada especial, simplemente viven y punto.
Me quedé mirando a Mohamed, y le dije: "Yo te daré las herramientas para que tengas no se qué exactamente mejores facilidades. Podrás estudiar, mi casa no tiene nada que ver con la tuya. Pero no te garantizo que serás más feliz, estarás en otro mundo donde la gente va deprisa, sin tiempo para uno mismo. Te tendrás que creer que allá donde vas es un mundo mejor. Yo te quiero ser sincero, no se si es mejor, dicen que es mejor, aquí esta lleno de infecciones, y allí esta lleno de colesterol".
"Se trata de una elección, eliges lo que percibes como bueno, y al final esta elección te deja sin elección".
"Tu éxito depende de como te vendas, de lo que hagas creer a los demás que eres. Montones de personas pueden hacer un mejor trabajo que otras menos preparadas, pero han tenido más suerte y se han sabido vender bien. Mohamed... bienvenido al mundo de la venta, al mundo de la autoventa".
"Sabes hacer muchas cosas, pero deberás elegir solo una. En la vida, te puedes ganar bien la vida haciendo muchas cosas, pero si quieres ser el mejor elige una. Apuesta por una sola, utiliza tu creatividad, tu imaginación, tu sabiduría, tu instinto... pero no te garantizo que serás ni el mejor ni el más feliz del barrio, porque todo se basa en una decisión que siempre, siempre... alguien toma por ti, y deja a otros sin oportunidad, al menos en este momento".
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